Tortilla de espárragos silvestres

Aunque parezca una receta de lo más simple y que por ese motivo he dudado en publicar, pienso que no todo el mundo le tiene cogido el tranquillo o sabe como hacerla y por eso os cuento como la hago yo, por si a alguien le puede interesar.
Hacer una tortilla es super fácil, pero cuando se trata de verduras delicadas como los espárragos silvestres, se ha de tener un poco más de cuidado al freírlos ya que se queman con facilidad y para evitar un final desagradable, es mejor tomar precauciones.

Ingredientes:
Un manojo de espárragos silvestres
huevos
sal y aceite de oliva

Elaboración:
Cortar los espárragos en trocitos a pellizcos (si, con las manos) hasta que se os resista el corte, de ésta manera evitaréis la parte astillosa y que al comer quede con hebras.
Lavarlos con una escurridera y colocarlos en una sartén con un poco de aceite y un chorrito de agua, esto evitará que se frían demasiado y que se doren. Mejor taparlos durante unos 5 minutos.

Destaparlos un par de minutos, hasta que se le evapore el agua y una vez estén tiernos colocarlos en un escurridor metálico para eliminar el exceso de aceite.

Mientras, batir los huevos necesarios el un cuenco y después añadir los espárragos.
Mezclar todo y proceder hacer la tortilla. No olvidaros de la sal a cada paso.

En una sartén antihaderente, bien caliente y untada con aceite de oliva, volcamos la mezcla de golpe y removemos rápidamente unos segundos para que cuaje lo más deprisa posible, bajamos el fuego, esperamos a que se despegue por las orillas, damos la vuelta con la ayuda de una tapadera o plato y dejamos cuajar por ambos lados, si es necesario, se le puede dar varias vueltas hasta dejarla cocida al gusto. Yo las prefiero jugosas.

Mirar el manojo que cogimos en media hora.

Los espárragos, aparte de buenos y de las propiedades que tienen, contribuyen a una acción muy saludable como es andar y hacer ejercicio, aparte de estar en plena naturaleza mientras los buscas y si además lo haces en compañía de tus allegados, mejor que mejor, yo disfruté muchísimo buscándolos con mi nietecita, que es una auténtica payesita con solo tres años.