Galletas de Almendra con IG Bajo

Estas son unas galletas que se hacen en menos de media hora. Son ideales por ser muy bajas en índice glucémico y por lo tanto óptimas para el método Montignac y para diabéticos. No contienen gluten. Y por si fuera poco, son riquísimas y muy fácil de hacer, hasta incluso para los que no hallan hecho galletas en su vida.
No contienen nada de harina, ni azúcar, ni huevo y la poquísima grasa que tienen es de coco y ésta tiene magníficas propiedades saludables y además no engorda, si no al contrario según las últimas investigaciones.

Ingredientes para unas 12 galletas:

2 Tazas de almendra molida o harina de almendra (tamaño de la taza: 200 ml o de café con leche)
2 cucharadas soperas de aceite de coco
4 cucharadas soperas de jarabe de Agave

Elaboración:

-Se coloca la  Almendra molida en un cuenco y se hace un hueco en medio en forma de volcán.
-Se añade el jarabe de Agave en medio y el aceite de coco. El aceite de coco debe estar a temperatura ambiente o algo cremoso ya que si está frío se solidifica. Se puede calentar un poco al baño María o al micro para licuarlo.
-Se mezcla todo con las manos, en el mismo cuenco, como si amasáramos harina para hacer pan, poco a poco todo se va humedeciendo a la que la almendra absorba los líquidos aunque, en un principio nos parezca seca la mezcla, no hemos de añadir mas grasa ni agave. Los que no tengan agave le pueden poner miel pero hay que considerar que ésta tiene un índice glucémico alto. Y el aceite de coco también se puede sustituir por otra grasa de vuestra preferencia.

Una vez hecha una bola como esta:

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Hacemos pequeñas bolitas, del tamaño de una albóndiga, y las colocamos en una bandeja de horno previamente engrasada o mejor con un papel de horno. Las aplastamos para darle forma de galleta.

Yo las dejé así:

-Se meten en horno precalentado a 180 grados durante unos 10 o 15 minutos, según horno.
Vigilar mucho ya que se suelen hacer enseguida y si nos pasamos puede amargar la almendra.

Ojo: las tenéis que dejar enfriar del todo para que se pongan duras ya que al salir del horno están demasiado tiernas y se os romperían.